¡Se armó el huidero!

Los Míticos siguen la senda de la victoria y consiguen distanciarse a seis puntos del segundo clasificado.

Nueva victoría, esta vez 5-2 frente a Zidanes y Pivones. Partido extraño, quizás la hora, las 21:30, o el huidero de la noche anterior tuvieron algo que ver. Los Míticos llegaban de nuevo mermados por las bajas. Alguna de las bajas como consecuencia de la noche del viernes, como el caso de Colsa, que decidió mostrar su mejor juego en la noche, causando bajo en los campos de El Naranjo. El resto de bajas por causas ya sabidas, como compromisos varios con respectivas parientas.

El encuentro arrancaba bien, los Míticos eran dueños y señores del balón, tocando y tocando, sintiéndose cómodos en su juego. Con poca presión rival, cuya única preocupación parecía ser la de protestar de forma reiterada al colegiado. Los goles irían llegando, hasta llegar a un 4-0 al descanso. Buena primera parte, en la que el control era absoluto. Y eso que en la puerta no contábamos con nuestro portero habitual, Cebo, que se intercambió la camiseta y los papeles con Quinta, cuya actuación fue mas que meritoria.

La segunda parte arrancaba igual, control de los Míticos que seguían tocando y tocando, sin prisa por hacer goles. Aunque dos goles, en dos despistes, harían que los novancas tuvieran que apretar el acelerador para sentenciar el encuentro. Poco más de este encuentro, aunque hubo un lance entre dos miembros del equipo rival que acabaría con un jugador con una brecha en la ceja tras una patada al más puro estilo Bruce Lee de un compañero de su equipo. No llegó a más y el jugador abandonó el campo acompañado del árbitro para ser atendido. El encuentro acabaría con el resultado de 5-2, que afianza en lo más alto a los Míticos.

Los goles míticos fueron obra de Rubén (1) aumentado su lista de goles y acercándose al pichichi de grupo; Cebo (1) que demostró que no sólo sabe parar, sino que también lanza muy bien los penales; Manuelín (1), de jugada de estrategia, con un potente disparo, ante el que el portero no pudo (o no quiso) hacer nada; y Ruby (2), que volvió locos a los rivales con su movilidad y su juego en el medio del campo, o como diría él "armando el huiderooooooo".

El Dandy: Ruby Westy, que dejó constancia de su enorme clase a lo largo de todo el encuentro. Llegando a ser felicitado por muchos de los jugadores rivales.

El Crack: El gran Mariano, merecido para nuestro delegado que no falla a su cita de los sábados.

El Duro: El "4" rival, que demostró no tener piedad ni de sus propios compañeros y dejó K.O a su compañero.

El Vaya Día: Davile, que pareció no sentarle muy bien su nueva posición en el medio del campo.