Míticos disfrazados

Los Míticos vencen cómodamente en un día en el que acabaron jugando con 6 jugadores.

Atípico día de juego para los novancas, por el horario y por las condiciones. El horario, las 4:30, lo que nos permitió refugiarnos del frío gracias al sol que se asomaba por los campos del naranjo del mismo modo que Kampi se asoma a la nevera. Atípico también por las condiciones en las que llegaban los jugadores: serenos y sin resaca. Ésta vez la fiesta se trasladó al sábado noche con motivo de los carnavales, por lo que los míticos experimentarían una nueva sensación, la de jugar descansados y sin los tembleques producidos por el garrafón de la noche anterior.

Se presentaban los míticos con numerosas bajas: motivos de soga de Rober, de trabajo de Kinta, de flow de Ruby…etc.

Por ser un día SIN en el calendario novanquero, Rubén quiso darnos una sorpresa y alegrarnos el calentamiento: se presentó en el campo con unas cervecitas para darle alegría al partido. Funcionó como la seda, ya que el partido fue coser y cantar para los míticos: Ruben anotaría un hat-trick para ponernos con una cómoda ventaja, pero la torrija de todos los días del equipo permitió que el rival acortara diferencias y se pusieran 3-2 al descanso.

En la segunda parte, los míticos apretaron el acelerador y enseguida se vio la mejor jugada de la tarde, una gran combinación entre Ruben y Abel que acabaría con disparo de éste último al larguero. El rechace lo recogió Sese alias “el Zorrunillo del área”, para de fuerte disparo poner el 4-2. Ruben y Abel por partida doble pondrían el definitivo 7-2 en el marcador.

La buena noticia de la tarde fue la recuperación de Vitol para la práctica de fútbol. Por fin, después de 6 meses de vuelta a los terrenos de juego parece que sus piernas van entrando en razón y empiezan a hacerle caso, aunque a veces siga necesitando la ayuda de su inseparable bastón.

Agradecer la presencia de Mofletín Corbacho que jugó el partido con unas decimillas de fiebre, lo que al cambio en grados Korbachov significariá una fiebre de cojones para una persona corriente. También agradecer la figura de nuestro gran delegado Mariansito que tuvo tiempo de recoger balones, hacerse cargo de las fichas y mientras tanto fumarse un buen purito para disfrutar del partido. Es todo un profesional.

Una jornada más nos sentimos perjudicados con las actuaciones arbitrales. Es un escándalo la persecución que hay en torno a la figura de nuestro mejor jugador Davile. No son capaces de pararle dentro de la legalidad y son constantes los agarrones fantasma que sufre durante los partidos, mientras que los colegiados hacen caso omiso a sus protestas. Queremos un trato justo, ya que si agarran a CRISTIANO es FAULT, si agarran a MESSI es FAULT, pero si agarran a DAVILE no cobran FAULT. Es una INYUSTICIA.

Después del partido, y  con el trabajo bien hecho los míticos cambiaron las botas y los pantalones cortos por las mallitas, el pintalabios y le traje de flamencas para dar una exhibición en la ciudad de Getafe, dejando el nombre de NOVANCA bien alto. Aquí en la noche es donde mejor se desenvuelve el tigre Davile, ya que no hay árbitros que desmonten sus jugadas. Cortadillo y Rinconete (Pery y Kampi) hicieron de las suyas durante toda la noche, haciendo las delicias de la parroquia novanquera. Juanjo se vistió de Mamasita Parrales y Coke decidió dejarse bigotillo para disfrazarse de Iñigo de Montoya.

En resumen, los míticos dieron el cayo dentro y fuera del campo. No se me está permitido revelar más cosas de las ocurridas el sábado noche, pero si se puede decir que los míticos sobrevivieron otro año más a un finde de infarto, y los que nos quedan.

El dandy: Davile, actuación espectacular tanto en el campo como por la noche. Además, vestida de mujer está muy buena.

El crack: Taker, ya que un finde más no se presentó al partido y nos dejó disfrutar de un gran fin de semana.

El duro: Los pendientes de flamencas, ya que solo costaron 1 euro en los chinos y soportaron increíblemente bien el cálido aliento de Sesé, sin apenas fundirse.

El vaya día: La carpa de Getafe, que quedó hecha un estercolero.

Abel Cerezo